“Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas”


 

 

 

 

 

EDUCACIÓN ROMANA

ROMA 

BIENVENIDOS,  a este rinconcito del saber, donde encontraran información acerca de como se dio y la influencia de la educación en roma conocida también como: "LA CUNA DE LA CIVILIZACIÓN".

 

Características de la educación romana: 

  • La educación primero se la recibía en el hogar, al lado de la familia, y que para que se lleve a cabo de manera eficaz debe basarse en el respeto y conservación de una serie de costumbres y tradiciones que nos dotan la identidad frente a las demás.
  • En Roma se da una educación de campesinos y la clase social que rige la cultura romana es la aristocracia rural, constituida por propietarios que cultivan por sí mismos las tierras de sus antepasados.
  • La educación tendrá como fin la adaptación gradual del muchacho a las tareas de sus mayores, fundamentalmente labranza y pastoreo.
  • Estaba fundada en el respeto por las tradiciones y la observación de la vida práctica.

 

 ROL DE LOS PADRES EN LA EDUCACIÓN ROMANA

El objetivo y misión del padre como educador es revelar al muchacho la costumbre ancestral, hacérsela respetar como ideal indiscutible como norma para el pensamiento y para la acción.

Es una educación de carácter familiar con influencia decisiva de los padres, orientación laboral de tipo campesino, ideal colectivo de consagración al servicio del Estado. La gran autoridad y el poder era atribuido al padre y la reverencia de que la madre era rodeada. Para los romanos la familia era el ambiente natural apropiado para el desarrollo y la formación del niño. En esta primera época los educadores natos son el padre y la madre, donde el padre es el verdadero monarca del hogar y tiene derecho de vida o muerte sobre los hijos, y que se ve reflejado en el terreno educativo.

 

  

Formación de niños y niñas en roma  

 Cuando nacía un niño, primero se presentaba al papá, quien decidía aceptarlo o no. Una vez aceptado pasaba a la responsabilidad de la madre para que se dedicara a cuidarlo y educarlo hasta la edad de siete años.

La formación de las hijas estaba en manos de la madre, mientras que el varón, al cumplir siete años, pasaba a la vigilancia de su padre, quien llevaba al pequeño consigo tanto al trabajo en el campo como al foro, a los banquetes, etc., con el fin de que a fuerza de observar las actividades de su padre, aprenderá a realizarlas cuando llegue el momento.